Éxodo
El Éxodo (Del latín:
exŏdus, y este del griego: ἔξοδος, significa
"salida") es el segundo libro
de la Biblia y
de la Torá (el Pentateuco,
la Ley), del Tanaj (la
Biblia hebrea), y del Antiguo Testamento cristiano. En él se habla de
la salida de la esclavitud de Egipto y la huida del pueblo de Israel, por donde
tuvieron que cruzar por el Mar rojo en búsqueda de la tierra prometida.
ORIGEN DEL TITULO
Los judíos llaman al libro por sus segundas palabras: We-'eleh shemoth (ואלה שׁמות) ("y éstos son los nombres")
o simplemente Shemoth (en hebreo, שמות, "nombres"). LaSeptuaginta lo titula 'Exodos' (ἔξοδος) que significa "partida". En la
traducción al latín se adoptó ese nombre, con las diferentes transformaciones en la
grafía según cada idioma dando como resultado, el término "éxodo".
Naturaleza del libro.
El principal propósito del
Éxodo es mantener vivo en la memoria del pueblo hebreo el relato fundacional de sí mismo como nación:
la salida de Egipto y la consiguiente liberación de
la esclavitud. A través de su huida y la búsqueda
de la Tierra Prometida,
el judío adquiere conciencia de su unidad étnica, filosófica, cultural y
religiosa por primera vez.
HISTORICIDAD
Como en muchos otros
[libros históricos], la historia que se narra aquí está muy lejos de la
definición científica moderna, pues se trata de una historia religiosa y
cultural antes que bélica, diplomática o política.
Es una historia popular, que se esfuerza por convertir la posible expulsión de Egipto en una gran epopeya nacional, despreocupándose del todo por los aspectos tácticos y académicos.
El alfabeto hebreo apareció finales del siglo VIII a. C. Después de siglos de tradición oral, los relatos pasan a la forma escrita, sufriendo las lógicas modificaciones y calificación.
Teniendo en cuenta los hallazgos arqueológicos y los abundantes documentos egipcios de la supuesta época del éxodo, se llega a la conclusión de que no hay evidencias suficientes que el éxodo sucediera de la manera como la Biblia narra.
Es una historia popular, que se esfuerza por convertir la posible expulsión de Egipto en una gran epopeya nacional, despreocupándose del todo por los aspectos tácticos y académicos.
El alfabeto hebreo apareció finales del siglo VIII a. C. Después de siglos de tradición oral, los relatos pasan a la forma escrita, sufriendo las lógicas modificaciones y calificación.
Teniendo en cuenta los hallazgos arqueológicos y los abundantes documentos egipcios de la supuesta época del éxodo, se llega a la conclusión de que no hay evidencias suficientes que el éxodo sucediera de la manera como la Biblia narra.
TEORÍA DE LOS ÉXODOS
ante la ausencia de pruebas
arqueológicas sobre el éxodo, los especialistas que están a favor
de que su tradición está basada en residuos de hechos reales, han planteado la
posibilidad de que hayan ocurrido más de un salida de poblaciones semíticas
desde Egipto hacia Canaán. Un hecho histórico candidato a ser el primer residuo tradicional de tal
épopeya es la llamada Expulsión de los Hicsos, sin embargo al no explicar
por si mismo la interconexión religiosa de una civilización politeísta
(los hicsos) en relación con los proto hebreos (monoteístas),
además de no existir evidencia de escritura proto-hebraica sino hasta muchos
siglos después,ya que se cuenta con evidencia que los Hicsos sí conocían la
escritura; existe otra época en que tal vacío podría encajar mejor: Durante
fines del reinado y caída de Amenhotep IV (Akenatón), pues son varios los autores que
apuntan a tal posibilidad, entre ellos el psicólogo Sigmund
Freud (Moisés y el monoteísmo), el argentino Patricio Colombo
Murua (Tras las Huellas de Moisés) y el boliviano Ariel
Villazón (¿Dioses? o Impostores), quienes creen que la conexión monoteísta
entre Akenatón y Moisés es muy sugerente y podría ser una buena solución al enigma. Por
otra parte, si bien existen muchas teorías sobre el tema, y se ha hablado de
varias oleadas de éxodos, parece más plausible creer que la Teoría de los
dos éxodos se podría aproximar mejor a la verdad, es decir: dos residuos
tradicionales entremezclados y funcionados por el tiempo.
EL ÉXODO COMO FABULA LITERARIA
El arqueólogo israelí
Israel Finkelstein y el historiador Neil Asher Silberman en su obra La Biblia
Desenterrada son los principales especialistas modernos que plantean la
inexistencia de un éxodo hebreo. "El éxodo no existió" afirmó
fehacientemente Finkelstein el año 2006, pues bajo la lupa de las
indagaciones arqueológicas no hay pruebas en absoluto del éxodo; décadas
de búsquedas en Kadesh de Barnea sin arrojar ningún resultado, la
inexistencia de evidencias egipcias y sobre todo porque la arqueología
contradice en el tema tácitamente a La Biblia, pues hay evidencias de
asentamientos proto-israelíes en Canaán desde mucho antes que las fechas
probables del Éxodo. En otras palabras Finkesltein propone
una invasión pacífica de Canaán por parte de elementos nómadas
originarios durante el declive de las ciudades estado cananitas, no así
por la supuesta conquista comandada por Josué.
AUTORES
El libro ha sido atribuido tradicionalmente por judíos y cristianos al legislador Moisés (como los demás libros del Pentateuco). Se narra la historia del pueblo de Israel.
HIPÓTESIS DOCUMENTARIA
Según la hipótesis documentaria, los principales autores de este trabajo habrían sido yavistas, elohístas, sacerdotes y la llamada deuteronomista. Además, se estima que la poética Canción del mar y el Código del pacto escrito en prosa, son trabajos originalmente independientes de autores asociados a los grupos antes indicados.
En esta hipótesis, los
elohístas son identificados como únicos responsables del episodio del Becerro de oro, y la tradición sacerdotal como autores de las instrucciones para
crear el Tabernáculo, las vestimentas, los objetos rituales, y la
descripción de su creación. Los tres autores o equipos de escritores
principales son también directamente responsables de cada una de las
partes del código de la ley: los elohístas del Pacto, los sacerdotes del
Decálogo ético, y los yavistas del Decálogo de rituales.
Se estima que las otras partes del libro fueron construidas con versiones entremezcladas de yavistas, elohístas y sacerdotes. La reconstrucción de las historias en esas fuentes, aplicando esta hipótesis, permite identificar las variaciones entre las historias. Por ejemplo, la tradición sacerdotal nunca advierte al faraón acerca de las plagas, pero en su lugar presenta a las plagas como una prueba de sus magos, y siempre involucra a Aarón. En cambio, en la tradición elohísta se da una advertencia al faraón, que la desoye. Se describe al faraón como alguien que duda en ceder, pero finalmente se aferra a su decisión cuando Moisés amenaza con las plagas. Estos autores difícilmente dan una opinión positiva acerca de Aarón.
Se estima que las otras partes del libro fueron construidas con versiones entremezcladas de yavistas, elohístas y sacerdotes. La reconstrucción de las historias en esas fuentes, aplicando esta hipótesis, permite identificar las variaciones entre las historias. Por ejemplo, la tradición sacerdotal nunca advierte al faraón acerca de las plagas, pero en su lugar presenta a las plagas como una prueba de sus magos, y siempre involucra a Aarón. En cambio, en la tradición elohísta se da una advertencia al faraón, que la desoye. Se describe al faraón como alguien que duda en ceder, pero finalmente se aferra a su decisión cuando Moisés amenaza con las plagas. Estos autores difícilmente dan una opinión positiva acerca de Aarón.
HIPÓTESIS SEGÚN EL RELATO BÍBLICO.
La narración de este libro —desde la muerte del hijo undécimo de Jacob, José al levantamiento del Tabernáculo en el desierto— cubre cerca de ciento cuarenta y cinco años; estamos entonces ante un supuesto de cerca de cuatrocientos treinta años (Éx. 12:40) desde el tiempo de la promesa hecha a Abraham (Gal. 3:17).
José murió a la edad de ciento diez años (Gén:50:26). La familia de Jacob salió desde el valle de Beerseba en Canaán (Gen 46:5) y bajo el amparo de José fueron a radicarse al valle de Gosén, en Ramesés (supuestamente Pi-Ramsés, en idioma egipcio) (Gen 47:6), allí se multiplicaron. Anteriormente, estas tierras estaban habitadas por los Hicsos hasta el 1.500 a. C. y eran destinadas al pastoreo.
La narración de este libro —desde la muerte del hijo undécimo de Jacob, José al levantamiento del Tabernáculo en el desierto— cubre cerca de ciento cuarenta y cinco años; estamos entonces ante un supuesto de cerca de cuatrocientos treinta años (Éx. 12:40) desde el tiempo de la promesa hecha a Abraham (Gal. 3:17).
José murió a la edad de ciento diez años (Gén:50:26). La familia de Jacob salió desde el valle de Beerseba en Canaán (Gen 46:5) y bajo el amparo de José fueron a radicarse al valle de Gosén, en Ramesés (supuestamente Pi-Ramsés, en idioma egipcio) (Gen 47:6), allí se multiplicaron. Anteriormente, estas tierras estaban habitadas por los Hicsos hasta el 1.500 a. C. y eran destinadas al pastoreo.
La ciudad egipcia de la
cual salen es Ramesés, dirigiéndose
alrededor de 600.000 hebreos y un número indeterminado de gente no-hebrea
hacia Sucot. Ramesés podría ser la actual Qantir en el Bajo Egipto, en la tierra de Gosén, donde vino a morar la familia de Jacob bajo el amparo de José y
donde se multiplicaron los hebreos en aquellos tiempos (Gén: 47:1).
Desde Sucot, los hebreos y quienes le acompañaban salieron a Etam, a
la entrada del desierto (Éxodo 13:20) y fueron a acampar a
Pi-hahirot, entre Migdol y el Mar Rojo hacía Baal-zefón.
En Génesis 15:13, Yahweh le indica a Abraham que su descendencia morará 400 años en tierra ajena como nación esclava, y en Éxodo 12:40 se indica que se cumplieron 430 años exactos el mismo día en que se liberó al pueblo hebreo de Egipto.
El templo de Salomón se construyó alrededor de 480 años después de la salida de Egipto (1Reyes 6:1).
En Génesis 15:13, Yahweh le indica a Abraham que su descendencia morará 400 años en tierra ajena como nación esclava, y en Éxodo 12:40 se indica que se cumplieron 430 años exactos el mismo día en que se liberó al pueblo hebreo de Egipto.
El templo de Salomón se construyó alrededor de 480 años después de la salida de Egipto (1Reyes 6:1).
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